Cuando una empresa se plantea dar el salto a la nube, se tienen en cuenta muchos factores: como el poder tener acceso a la información de la empresa desde cualquier dispositivo con Internet, o bien, no tener que estar pendiente de las actualizaciones y el mantenimiento.

Pero no se pone tanto el acento en la seguridad de los datos. Y lo cierto es que, en más de una ocasión, la nube puede ser la pieza clave que permita salvar todos nuestros datos y los de nuestros clientes.

Hoy en día, no se entiende la seguridad informática sin tener una copia de seguridad. Ésta es una práctica habitual en la mayoría de las empresas. El sistema de copias se estructura pensando en un fallo de hardware o software de los equipos que tienen la información. Se hacen las copias, pero no todas las empresas saben si su sistema funciona correctamente o no. No se suelen hacer pruebas para probar la recuperación de datos.

Para evitar la pérdida de datos, es siempre necesario plantear diferentes escenarios y las respuestas que se dan ante determinados incidentes. No es lo mismo perder datos debido a que se ha borrado un archivo, o bien, este se ha corrompido.

Además, es habitual tener copias de seguridad en diferentes dispositivos, varios discos duros, diferentes servidores o la nube. En este sentido, también es necesario tener al menos una copia fuera de la empresa.

Por último, es necesario hacer pruebas de esfuerzo al menos una vez al año. Se trata de comprobar que todo funciona tal y como está programado, para recuperar un archivo concreto, una carpeta o toda la copia de seguridad. Además, así veremos cuánto tardamos en copiar esos datos o descargarlos desde la nube para que vuelvan a estar disponibles rápidamente.

No dejes de perder tus datos ni los de tus clientes